Nació en Benaoján, España, en 1925. Pocos años después su familia viajó a la Argentina y se radicó en Rosario. Murió en Rosario en 1979, ciudad donde residía desde 1925. Concurrió a muestras desde 1960, al Salón del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B Castagnino en 1963, Salón de Bellas Artes Manuel Musto en los años 1965, 1966 y 1967, y en la Sociedad de Artistas Plásticos de Rosario, entre otras. Realizó muestras individuales en galerías Argentina de Buenos Aires, Diez y Renom de Rosario en 1969 y 1972, El Círculo de Córdoba, Rubinstein de Mar del Plata y en el Museo de Bellas Artes de Victoria, Entre Ríos. Obtuvo el Segundo Premio y Medalla de Oro en el Salón de la Sociedad de Artistas Plásticos de Rosario en 1960, Medalla de Oro en el Salón de la Sociedad de Artistas Plásticos de Rosario en 1962, Premio Raúl Benzadón en 1962, Medalla de Oro en el Salón Anual de la Escuela Municipal de Bellas Artes Manuel Musto en 1965, Segundo Premio y Medalla Oro en el Salón de Invierno de la Escuela Municipal de Bellas Artes Manuel Musto en 1966, Medalla Oro en el Salón Anual de la Escuela Municipal de Bellas Artes Manuel Musto en Rosario 1967, Primer Premio y Medalla Oro en el Concurso de Manchas Centenario del Diario La Capital en 1967. Primer Premio y Medalla de Oro La Capital en el Salón Artistas Plásticos de Rosario en 1968 y otras importantes distinciones. Actuó como jurado en el certamen del Instituto Manuel Musto en los años 1971, 1972 y 1975. (Biografía publicada en el dorso de una de sus obras; Datos enviados por Enrique Renom, hijo del Director de la Galería Renom de Rosario). “En sus paisajes encuentra perfecta coherencia entre su actitud de pintor y su condición de dibujante, tanto en el color como en la línea se aprecia su conocimiento en profundidad en el manejo de sus herramientas expresivas. Manifiesta en la ejecución de sus trabajos un oficio de singular valía. Impresionista de ojos aventureros que se entregan con fervor a descubrir y expresar lo que reverbera del paisaje terrestre en la pupila; entonces los seres y las cosas tan definidas en la mirada naturalista se diluyen en el ámbito luminoso de la atmosfera creada en cada cuadro, Enrique Renom. Diario Mendoza, 9 de mayo de 1971.