Pintura

Vogel, Alicia

Santa Fe
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Nació en Rosario en 1944. Desde 2006 reside en Federación, Entre Ríos. Abogada graduada en la Universidad Nacional del Litoral; abandonó el ejercicio profesional para dedicarse a las artes plásticas. Estudió en los talleres de Olga Vitabile, Rodolfo Elizalde, Emilio Ghilioni y grabado con Laura Rippa. Desde 1985 participa en salones. Realizó disertaciones sobre su obra, en cátedras de la Universidad, y en programas de televisión. Actuó como jurado artístico. Durante 2010, tuvo a su cargo un micro radial sobre arte. Expuso individualmente y participó en grupales en el Centro Cultural Recoleta, Museo Eduardo Sivori, Salas Nacionales de Exposición, Museo Juan B Castagnino, Feria Internacional de Arte Contemporáneo en Granada, España, Museo de la Ciencia y la Cultura de San José de Costa Rica, Sala Urbano de Granada, Galería Zacks de la Universidad de York de Toronto. Obtuvo Mención Especial de Pintura en el Salón de Artistas Rosarinos en 1986, Primer Premio de Dibujo en el Salón de Artistas Rosarinos en y Primer Premio de Pintura en el Salón de Seguros FATA de Rosario en 1987, Premio A Benito en el Salón de Arte Moderno de Rosario y Premio Cecilia Grierson en el Salón Nacional en 1989. Candidata a Beca en el Salón Nacional de Santa Fe en 1990. Primer Premio de Pintura Fondo Nacional de las Artes en el Salón de Artistas Premiados de Rosario en 1991, Primer Premio Nacional Sociedad Argentina de Artistas Plásticos en ExpoArte Patagonia, Puerto Madryn en 1994, Segundo Premio en el Salón Nacional de Villa Constitución en 1997 y Premio al Mejor Proyecto Primera Etapa del Museo Barrial en el Concurso Municipal de Proyectos para Jóvenes de Rosario en adhesión al Congreso de la Lengua en 2004. “Existen propuestas expresivas que están más cargadas de un tono místico, de una indescifrable religiosidad: augusta e irradiante, por encima de la categorización de sus símbolos. La obra de Alicia Vogel tiene esa carga, ese tono que conjuga abismos y alturas. A veces, sobre temas aparentemente directos. En poco más de tres lustros de labor expuesta, su trabajo intenta profundizar en el hombre y sus escenarios cotidianos. Una metáfora de libertad crece en los dibujos y en los planos pictóricos de esta rosarina que abrevó en las fuentes de Juan Grela y más tarde en las reposadas lecciones de Ghilione y Elizalde. Vogel construye sus espacios con los juegos ilusorios de planos contrapuestos y construye su propia realidad, como es debido. Y la anima no de fantasmas, sino de seres creíbles y sufrientes, en los que deposita la sensorialidad de una paleta vigorosa y la sensitividad de una mirada aguda. En esos campos de color, en esas improntas alegóricas en las que algo sucede, por sobre los acuerdos de la memoria, está el mundo suspendido de esta artista”. (Jorge Taverna Irigoyen, Página de Arnoldo Gualino).