Nació en Acerenza, provincia de Potenza en la Lucania en 1896 y falleció en Santa Fe el 4 de mayo de 1965. Arribó a Santa Fe en 1922. Inició su etapa creativa, como ebanista de Antonio Castagnola. Más adelante, la calidad de sus trabajos motivó a Domingo Ferri a contratarlo y juntos realizaron el mobiliario para el nuevo edificio del Arzobispado, la reforma del Altar Mayor de la Basílica de Guadalupe y construyeron el camarín de la Virgen. En la parroquia de los Padres Agustinos Recoletos, el Altar del Sagrado Corazón y bancos. Son de su autoría tres sillones que talló en estilo renacimiento italiano en madera de petiribi paraguayo para la Rectora del Liceo Nacional de Señoritas, luego donados al Arzobispado de Santa Fe. Otras obras suyas hay en la Basílica de Nuestra Señora del Carmen, tres confesionarios construidos originalmente para el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros de los Padres Jesuitas . En la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced de la ciudad de Santa Fe, se pueden apreciar los primeros 26 bancos de ese templo y otros en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Santo Tomé, en el templo de Nuestro Padre San Francisco y en la Sinagoga de calle Primero de Mayo frente a la Municipalidad, posiblemente su último trabajo de orden religioso, donde participaron sus tres hijos, quienes siguieron el camino trazado por su padre. (Carlos Pauli, Diario El Litoral, 20 de agosto de 2010).