Nació en Cosquín, Córdoba, en 1946. Grabador y dibujante. Reside en Bialet Massé, rodeado de árboles y mucho verde, cerca de un arroyo. Y también allí está su taller. Residió durante un tiempo en Catamarca, donde convivió con manifestaciones de un sincretismo evidente. La mezcla de la adoración por la Virgen del Valle con las propias creencias, por ejemplo, crea una realidad diferente que conserva el mundo mágico primitivo. Expuso individualmente en Galería Buonarotti de Rosario en 1980, Centro de Congresos y Convenciones de Cosquín en 1991, y Memoria sin tiempo en la Semana Internacional de Derechos Humanos en el Museo Calchaquí de Catamarca en 1994. Participó en salones y muestras colectivas en espacios de arte de Córdoba, Santa Fe, Salta, Tucumán, Catamarca, Santa Cruz y Buenos Aires, en Chile y Suecia. Obtuvo el Primer Premio de Grabado en el Salón de Córdoba en 1970, Primer Premio en el Salón Ciudad de Córdoba en 1981 y Segundo Premio en el Primer Salón La Voz del Interior en 1984. Reconoce la influencia de Jorge Mattalia, artista plástico santafesino que vivió en Cosquín. Su obra está integrada por piezas que representan leyendas americanas, figuras antropomórficas y zoomórficas, jarrones, retablos con rostros, cerámicas en insólitas uniones de peces, hombres, aves y caracoles marinos. A través de una serie de xilografías, grabados, pinturas y técnicas mixtas despliega un amplio universo de personajes fantásticos como los cazadores de almas, angelitos, duendes y otros seres de su fantasía. (Marta Bruno, La Voz del Interior, 24 de agosto de 2001).